jueves, 22 de mayo de 2014

¿Cómo comunicarnos e implicar a la familia?

Dentro de la vida del niño la familia y la escuela son los agentes educativos principales, por lo tanto siempre va a ser muy positivo que exista una comunicación y colaboración, en el caso de que exista alguna dificultad el trabajo común se vuelve fundamental.
El primer punto sería entrevistarnos con la familia para comprobar si son conscientes de las necesidades de su hijo o hija, sino fuera así trataríamos de hacerles comprender lo que sucede y cuál tiene que ser su papel.
El segundo paso trataría de fijar un plan de entrevistas, en el caso de no poder ser siempre en persona, podría ser por teléfono o correo electrónico. Se buscaría crear un buen clima de comunicación, en el que se escuche a la familia, mostrándonos  receptivos para que se sientan cómodos, comprendidos y apoyados, definiendo las competencias de cada uno y la necesidad de aunar esfuerzos.
Una vez creado un clima adecuado que favorezca un ambiente de colaboración, se establecerán unos objetivos a corto y medio plazo, realistas  y prácticos, que permitan una continuidad en el trabajo en ambos ambientes.
En las siguientes reuniones se valorarán los objetivos logrados, las dificultades, los "trucos que funcionan", los puntos fuertes y débiles.
No debemos olvidar nunca que para la familia la situación de su hijo o hija les genera preocupación y estrés, así que dentro de nuestras posibilidades, todo lo que podamos colaborar para reducir esa ansiedad repercutirá positivamente en el niño, por ello no debemos nunca juzgarles o hacerles sentir que no actúan de manera correcta, nuestro mensaje será siempre positivo y de ánimo. Haciéndoles conscientes de que tienen por delante un trabajo importante, que los resultados quizás no sean inmediatos, pero que con el tiempo la situación  mejorará.
Las orientaciones que les demos estarán en función de las características del niño o niña, algunas indicaciones generales serían el crear un ambiente que favorezca actuaciones normalizadas, el establecimiento de una serie de rutinas, proporcionarle un ambiente de trabajo apropiado para la realización de las tareas escolares, reconocer sus avances y apoyarlos en las dificultades.

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